Frida la rescatadora

La perra Frida ganó nuestra admiración y gratitud por su labor de rescatadora en grandes desastres, como los terremotos de México en septiembre de 2017. Frida pertenecía a la Unidad Canina de la Secretaría de Marina de México y estaba entrenada para la búsqueda de personas desaparecidas.

Ha fallecido recientemente a los 13 años «a causa de padecimientos propios de su edad«.

La Secretaría de Marina mexicana informó del fallecimiento de Frida y lanzó un mensaje en su memoria. Destacó el legado de noblezalealtad amor que dejó. “Querida Frida, aunque nos duela tu partida, hoy la Familia Naval se compromete a honrar tu memoria, actuando bajo el legado que nos enseñaste: nobleza, lealtad y amor. Gracias por servir a México, siempre vivirás en nuestros corazones”.

Frida fue asignada a trabajos de búsqueda y rescate en estructuras colapsadas. A lo largo de su vida, ayudó a salvar la vida de 12 personas y a encontrar los cuerpos de 43 personas fallecidas. Formó parte de 53 operaciones de rescate en México, Haití, Guatemala y Ecuador.

Con sus botas de neopreno y máscara protectora, las imágenes de Frida buscando entre los escombros del terremoto de Ciudad de México dieron la vuelta al mundo y la convirtieron en símbolo de esperanza.

Los mexicanos la homenajearon pintando un mural en un edificio.

Llevaba retirada desde 2019, año en que cumplió los 10 años y dejó las tareas de rescate para disfrutar de una bien merecida jubilación. Sus cenizas serán depositadas en una urna al pie de su estatua, en las instalaciones del Centro de Estudios Superiores Navales en la Ciudad de México.

Solo en España existen aproximadamente 100 equipos de perros de rescate, incluyendo entidades públicas, pero sobre todo privadas o civiles. En todo el mundo se calcula que estos perros participan en 5.000 operaciones de rescate cada año.

GRACIAS a Frida y a todos esos ángeles de cuatro patas que arriesgan su vida por salvar las nuestras. Ojalá los seres humanos fuéramos capaces de responder de la misma forma a la pureza de las acciones de los animales. Lo justo sería ofrecerles no solo los cuidados normales que tendría cualquier perro, sino además derechos laborales extra (descansos periódicos, vacaciones, cuidados veterinarios adicionales, etc) y garantía de una jubilación digna y rodeada de cariño.

Escucha la canción-tributo a Frida, la perra que salvó vidas «con sus gafas y con sus botitas«:

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