🐾 CÓMO EVITAMOS LA SUSTRACCIÓN INTERNACIONAL DE UN GATO

Hay historias que, de no ser porque las vivimos en primera persona, parecerían inventadas.

Pero en Aboganimal estamos acostumbrados a que la realidad supere la ficción.

Este es el caso de NEKO, un gato valiente que no solo luchaba contra una grave enfermedad —la Insuficiencia Renal en estadio 3)— sino que estuvo a punto de ser arrancado de su hogar y de su tratamiento por una sucia maniobra.

Nuestra clienta Sara contactó con nosotros, alarmada, al descubrir que su ex pareja, con quien compartía legalmente la custodia de NEKO, planeaba llevárselo a su país de origen. Para siempre.

Sin comunicarlo, sin acuerdo, y con el agravante de que el chip de NEKO constaba registrado a nombre del exmarido, lo que facilitaba su salida del país con el animal, sin ningún control en Aduanas.

Desde Aboganimal iniciamos, como siempre, el camino del diálogo. Ofrecimos negociar, advertimos de los riesgos legales, intentamos razonar. Pero ante el mutismo de la otra parte y el peligro real para la salud de NEKO, decidimos actuar.

Presentamos un procedimiento de ejecución de sentencia, ya que, a pesar de que la resolución judicial no estaba inscrita en el registro autonómico del chip, establecía claramente que no se podía viajar con NEKO sin acuerdo previo.

Además, y debido a su delicado estado de salud, solicitamos al juzgado la adopción urgente de medidas cautelares, argumentando con la ayuda de un informe de su veterinario de cabecera que un viaje internacional de 16 horas no solo pondría en grave riesgo la vida de NEKO, sino que, con total seguridad, el animal no lo iba a poder resistir.

Y funcionó.

Una vez requerido por el juzgado, el exmarido accedió voluntariamente a cambiar la titularidad de NEKO en el registro, cediéndolo a nuestra clienta. Un pequeño gesto, sí, pero que suponía proteger lo más importante: la vida y el bienestar de NEKO. Bien cuidado por Sara -que lo está- aún le quedan años de vida por delante.

“En estos casos, no se trata solo de aplicar la ley, sino de entender desde el sentido común que hay una vida en juego. Solicitamos medidas cautelares porque sabíamos que un viaje internacional podía ser letal para NEKO. El intento de trasladar a NEKO al extranjero vulneraba no solo una resolución judicial, sino el mínimo exigible de humanidad hacia un animal enfermo y hacia su co-custodia, que tenía igual derecho a la custodia compartida. No lo permitimos, y no lo permitiremos nunca. La ley está para resolver conflictos, pero también para prevenir tragedias.”, — Eloi Sarrió, abogado animalista y director de Aboganimal.

Este caso pone en evidencia lo que desde Aboganimal defendemos cada día: los animales no son cosas, ni daños colaterales en una ruptura. Son miembros de la familia y, como tales, merecen protección legal.

Afortunadamente, el Derecho está cambiando… y nosotros estamos aquí para asegurarnos de que se aplique.

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