En una noticia reciente podemos leer que un jabalí «hirió a personas y obligó a desalojar una playa en Campello». Estos sucesos nos confrontan con una problemática importante: la conciliación de la seguridad pública con la protección animal.
Veamos el video:
Aquí se puede ver cómo un animal asustado se siente acorralado por varias personas que le persiguen, tiene miedo y estrés e intenta escapar.
Hay que diferenciar varios puntos de vista:
- Los bañistas. Aquí el testimonio de una testigo presencial: “Señor@s periodistas, por favor, ya basta de titulares morbosos. NO hubo tal pánico, yo estaba allí, sentada pegada al espigón y ni me di cuenta que había un jabalí a 20 metros. Ni el resto de la gente. Nadie salió corriendo, es más incluso se negaban a irse, porque no querían que acabara como acabó. Yo, allí, llamé al Seprona, al albergue de animales, al centro de recuperación de especies de Santa Faz y hasta ellos mismos me dijeron que si había mucha gente se asustaría e intentaría defenderse, que se retiraran… Era un cachorro de jabalí , si hasta los socorristas estaban indignados porque querían intentar cogerlo y salvarlo. Hubo dos heridos sí, porque intentaron cogerlo con las manos y se asustó. No me extraña, con tanta gente a su alrededor. Pero, ¿cuál es el protocolo de actuación en estos casos? ¿Por qué no había un veterinario con un dardo tranquilizante? ¿Y si hubiera sido un perro grande? No fue plato de buen gusto escuchar un tiro en una playa y ver como caía muerto un animal, que no se había metido con nadie hasta que intentaron cogerlo. Había niños que escucharon ese tiro y vieran la estampa tan desagradable.”
- El servicio oficial de recogida de animales. Un sujeto llamado R.M. (posteriormente nombrado a propuesta del PP, Director General de Medio Natural y Animal de la Generalitat Valenciana) acude, como adjudicatario del servicio de recogida de animales de El Campello. Y lo hace sin equipo (ni protector ni de ningún tipo), sin la presencia de un veterinario y persigue al jabalí con las manos desnudas. Al ser el terreno irregular, este resbala, momento en el que el jabalí aprovecha para darle un revolcón.
- La Policía Local y la Guardia Civil. Los encargados de actuar en caso de riesgo para la vida o la seguridad de las personas. En el momento en el que ven que R.M. se cae y el jabalí arremete contra él, terminan con su vida con su arma de fuego reglamentaria.
Desde una perspectiva animalista, es crucial abordar este tema, ya que una actuación de este tipo representa un riesgo para la seguridad de las personas (en este caso del “profesional” que debía rescatarlo). Pero también tiene un impacto negativo en el bienestar de los animales y en la conservación de la fauna silvestre.
En este artículo, examinaremos las consecuencias de esta problemática, las posibles causas y las soluciones que se pueden implementar.
Los peligros de la captura sin pericia y sin buenas prácticas
El incidente en la playa de Campello
El incidente ocurrido en la playa de Campello es un claro ejemplo de los peligros asociados con la captura inapropiada de animales silvestres. Cuando no se cuenta con formación, pericia ni tampoco se siguen protocolos adecuados, se aumenta exponencialmente el riesgo. Este incidente revela la importancia de implementar medidas que prioricen el bienestar y la seguridad de todos los involucrados.
Impacto negativo en el bienestar animal
La falta de pericia y buenas prácticas en la captura de animales silvestres puede causar (y en este caso, causa) un sufrimiento innecesario o la muerte a los animales. Métodos inapropiados de captura causan lesiones, estrés y angustia, tanto durante el proceso de captura como en el posterior traslado o confinamiento. O incluso, la muerte del animal, como lamentablemente sucedió. No es el primer caso ni tampoco será el último.
Desde una perspectiva animalista, es fundamental considerar el bienestar de los animales y adoptar enfoques que minimicen cualquier daño o sufrimiento innecesario.
Causas de la falta de pericia y buenas prácticas en la captura de animales silvestres
Incumplimiento de la legislación y los protocolos existentes
El artículo 61.7 de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, establece claramente para el supuesto de captura en vivo de ejemplares de especies silvestres los protocolos y requisitos legales necesarios para su captura. “En el caso de captura en vivo de ejemplares, los métodos de captura o marcaje deben adoptar la alternativa con menor probabilidad de producir lesiones o provocar mortalidad de los ejemplares capturados.”
La Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad del MITECO aprobó las «Buenas prácticas para la captura en vivo y el marcaje de especímenes de fauna silvestre«. Estas buenas prácticas cuentan con el consenso de las administraciones implicadas. Como recomendación dice “Las acciones planteadas en el proyecto contemplarán el cumplimiento general de dos premisas: culminar de manera eficaz y satisfactoria los objetivos propuestos y evitar efectos negativos para los especímenes (en términos de bienestar animal, niveles de estrés y condicionamiento de la supervivencia durante la captura, manejo y posterior liberación).”
Por otra parte, el 340 bis 3. del Código Penal recoge la causación de muerte a un animal vertebrado (que no sea doméstico, amansado, domesticado o que viva temporal o permanentemente bajo el control humano) fuera de las actividades legalmente reguladas y por cualquier medio o procedimiento. Recoge como agravantes «ejecutar el hecho en presencia de un menor de edad» y «utilizar armas«. La pena prevista para un supuesto similar es de «pena de prisión de seis a dieciocho meses o multa de dieciocho a veinticuatro meses, además de la pena de inhabilitación especial de dos a cuatro años para el ejercicio de la profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales y pena de privación del derecho a tenencia y porte de armas por un tiempo de dos a cinco años«.
Pero aquí concurre un supuesto que de actividad «legalmente regulada» como es la de las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado. Además, si se examina la situación con detenimiento, podrían llegar a concurrir varias causas de exención de la responsabilidad criminal del art. 20 del Código Penal.
Hay que concluir que no es viable recurrir a la vía penal en un caso como estos.
Escasa formación y capacitación
¿Todos han actuado correctamente en este «rescate»?
Se supone que el encargado del servicio de recogida del Ayuntamiento tendría que haber coordinado la captura de tal modo que no se hubiera expuesto él mismo a una situación de riesgo. De ese modo, el animal hubiera sido capturado y liberado en un sitio más acorde a su naturaleza silvestre y su final no hubiese trágico.
La escasa formación y capacitación de los responsables de realizar estas tareas es una realidad. La captura ética y segura de animales requiere conocimientos especializados sobre el comportamiento y las necesidades de cada especie, así como habilidades técnicas adecuadas. Es esencial invertir en programas de capacitación y promover la educación continua para aquellos involucrados en la captura y manejo de animales silvestres.
En el aludido documento de buenas prácticas del Ministerio se dice “En el marco de la autorización de los métodos de captura, es preciso considerar como parte del propio método la presencia, aptitud y actuación del propio autorizado, por lo que conviene especificar, además de las cuestiones técnicas de los dispositivos de captura, las acciones a desempeñar por las personas autorizadas.”
Es decir, no solo se trata de utilizar los medios adecuados sino además cuidar la aptitud y actuación del agente responsable de la captura.
Desconocemos su formación, pero, como hemos dicho, el video habla por sí mismo.
Soluciones y medidas para una captura ética y segura
Fortalecimiento de la legislación y los protocolos
Para abordar el problema de la falta de pericia y buenas prácticas en la captura de animales silvestres, es fundamental fortalecer la legislación existente y garantizar que existen protocolos y que estos se cumplen. Esto implica una mayor supervisión y control por parte de las autoridades competentes, así como la imposición de sanciones adecuadas para aquellos que incumplen las regulaciones. En este caso del responsable del servicio de recogida, que como adjudicatario público, es el encargado del servicio público por delegación del Ayuntamiento.
Se da la circunstancia además de que este sujeto trabaja para una multiplicidad de Administraciones Locales y que sin duda, si este incidente se deja pasar, el resultado será que esta terrible escena que terminó con la vida de un animal se repita en otros escenarios. Para el seguimiento y control de los contratos públicos se articulan infracciones en los supuestos en los que el contratista no haya cumplido alguno de los requisitos que forman la lex contractus (pliego administrativo, pliego técnico, mejoras aportadas y formalización del contrato).
Promoción de la formación y la educación
Para mejorar la pericia y las buenas prácticas en la captura de animales silvestres, es esencial promover la formación y la educación en este campo. Se deben desarrollar programas de capacitación especializados que aborden los aspectos teóricos y prácticos de la captura ética y segura de animales. Estos programas deben incluir información actualizada sobre el comportamiento de las especies objetivo, técnicas de manejo apropiadas y consideraciones de bienestar animal. Además, es fundamental fomentar la investigación científica y el intercambio de conocimientos para mejorar constantemente los métodos de captura y manejo de animales silvestres.
Fomento de la colaboración y la ética
Para garantizar una captura ética y segura de animales silvestres, es importante fomentar la colaboración entre las diferentes partes interesadas. Trabajando juntos, se pueden desarrollar protocolos y mejores prácticas basados en la evidencia científica y el bienestar animal. Además, es fundamental adoptar un enfoque ético, donde el respeto por la vida y el bienestar de los animales sean consideraciones centrales en todas las etapas del proceso de captura.
Conclusión
La falta de pericia, protocolos adecuados y buenas prácticas en la captura de animales silvestres tiene consecuencias graves, tanto para las personas como para los animales involucrados. Las Administraciones no pueden ni deben eludir su responsabilidad. Solo a través de un enfoque integral y consciente protegeremos a los animales, asegurando un equilibrio entre la convivencia humana y el respeto por la vida animal.