En una emocionante iniciativa que no solo desafía las expectativas nacionales sino también las internacionales, por parte de algunos responsables políticos se está considerando sentar las bases legislativas para otorgar el derecho al voto a los animales, si bien en un principio tal posibilidad estaría limitada a los que ostenten la condición de «animal de compañía«.
Este camino que ahora se abre se alinea con una visión más compasiva y respetuosa hacia los animales y se encuentra en perfecta sintonía con el espíritu del artículo 333 bis del Código Civil que, en la línea del art. 13 del TFUE (Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea), establece claramente su condición de seres sintientes y asegura su bienestar y el ejercicio de los derechos que les son propios.
Según un estudio científico de la American Psychological Association los perros saben contar y hay perros que son capaces de entender 200 palabras habladas, así como signos y demuestran un ‘aprendizaje rápido’, que los científicos creían que sólo se daba en los humanos y en los simios. Además, durante el juego, los perros son capaces de intentar engañar deliberadamente a otros perros y personas para obtener recompensas. Tienen la capacidad de contar hasta cuatro o cinco y tienen una comprensión básica de la aritmética. Además pueden darse cuenta de los errores en cálculos sencillos, como 1+1=1 o 1+1=3
UN PASO MÁS PARA EL SUFRAGIO UNIVERSAL
Nueva Zelanda fue el primer país del mundo en el que las mujeres pudieron ejercer el derecho al voto en 1893. Pero en España no fue hasta mucho después, el 1 de octubre de 1931, cuando las mujeres obtuvieron el derecho al voto. Este logro se materializó con la aprobación de la Ley de Sufragio Femenino, que garantizaba el derecho de las mujeres a participar en las elecciones y en referendos. Parece que el siguiente paso en este histórico progreso en el que todos los seres humanos accedían por fin al derecho de sufragio, ha llegado ahora el turno de ampliarlo a los seres no humanos que más cercanos se encuentran a ellos: los animales. En el horizonte de llegar a conseguir el sufragio universal, el derecho al voto para los animales no es solo una expresión simbólica de progreso, sino que también refleja una evolución en la comprensión de nuestras responsabilidades hacia los seres no humanos que conviven y/o dependen de nosotros. Esta propuesta es el paso lógico hacia una mayor consideración y respeto de la cualidad de ser sintiente de los animales y de la participación en las decisiones que les afectan.
EL IMPACTO EN DECISIONES LOCALES Y NACIONALES
Considerando el artículo 333 bis, la propuesta adquiere un nuevo significado al subrayar la necesidad de asegurar el bienestar y la protección de los animales en las decisiones que afectan directamente sus vidas. Y regulaciones que les afectan hay muchas.
Se abre la posibilidad de que sean oídos en caso de divorcio o separación familiar (recordemos que ya es práctica judicial habitual escuchar a los niños mayores de 12 años y los menores de 12 con madurez suficiente ) si bien, a diferencia de los menores humanos, todos deberán pasar primero por un test de madurez.
En una verdadera revolución, también podrán aportar su voz a través de sus representantes sindicales a la hora de reglamentar sus condiciones laborales en ganadería, pastoreo, caza y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En todos esos casos, además, podrían llegar a tener derecho a prestaciones análogas a las que reciben sus homólogos humanos.
Por otra parte, algo a reseñar es que podrán acceder al turno de oficio de Derecho Animal ante cualquier acción u omisión en el entorno laboral o deportivo, maltrato en su vida o condiciones de bienestar o abandono que les afecte directamente a ellos o a sus compañeros.
La Unión Europea dejará de subvencionar mediante las ayudas de la P.A.C. a las industrias que atenten contra su vida o su salud, en consonancia con su propia normativa (art. 13 TFUE).
Cualquier política medioambiental deberá preceptivamente ser examinada por el Consejo Animal Global, como parte del procedimiento legislativo común (tanto por el Gobierno como por los Parlamentos).
DESAFÍOS Y CONSIDERACIONES LEGALES
Pero no todo es de color de rosa.
Aunque su nueva condición legal como seres sintientes, separada del estatuto de las cosas, establece un marco legal claro para el trato ético de los animales, no es menos cierto que la propuesta del derecho al voto plantea desafíos adicionales.
¿Cómo se equilibrarán los derechos y deberes de los humanos con la participación activa de los animales en la toma de decisiones? ¿Cómo elegirán estos a sus representantes?¿Habrá que esperar a tener el tan cacareado DNI animal?¿Su firma electrónica será algo parecido a la nuestra, se tomará la huella de su trufa o de su pata? ¿Se dejará todo a desarrollo reglamentario?
Estas preguntas están por el momento sin respuesta.
COMUNIDAD ANIMALISTA Y DEFENSORES DE SUS DERECHOS
Desde el activismo de los derechos animales, al observar la propuesta, han respondido en líneas generales con cierto entusiasmo, aunque no unánime. Algunos celebran esta convergencia como un avance coherente hacia una sociedad más antiespecista, justa y ética, mientras que otros no lo celebran como avance, ya que lamentan que se limite este nuevo derecho solo a los animales de compañía. Otros plantean cuestionamientos sobre su aplicación práctica y la necesidad de evitar la trivialización de los derechos y deberes establecidos por la ley.
Mientras la sociedad avanza en la consideración ética y legal de los derechos de los animales, la propuesta del derecho al voto a los animales y esta ampliación de sus derechos no solo es innovadora sino que también plantea preguntas cruciales sobre cómo podemos incorporar la perspectiva animal en la toma de decisiones. Este nuevo diálogo está enraizado en la aspiración de construir un mundo donde los derechos y el bienestar de todos los seres sintientes sean considerados y protegidos en igual medida.
FELIZ DIA DE LOS INOCENTES
Equipo Aboganimal